CALMA con “El juego del CALaMAr”
Muchos son los medios que se están haciendo eco estos días acerca de El juego del calamar (Squid game). Y es que esta producción coreana se ha convertido en la serie más vista de Netflix.
¿La has visto?
Yo sí. Y es ahora, después de terminarla, cuando me decido a escribir este artículo.
Por una lado, pretendo expresar lo que yo pienso como persona y, por otro, compartir con todos vosotros mi punto de vista educativo poniendo encima de la mesa conceptos como el bienestar infantil, la salud mental en adolescentes, el acceso de menores a contenidos no apropiados, así como las elecciones que hacemos como consumidores.
¿Has preguntado a tus alumnos cómo han accedido a ella?
Para empezar preguntemos a Hwang Dong-hyuk:
¿Qué dice el creador y director de la serie?
“Quería escribir una historia que funcionase como alegoría o fábula sobre la sociedad capitalista moderna; una competición extrema que evocara lo increíblemente competitiva que es la vida”, comenta Hwang Dong-hyuk.
¿Qué pienso yo como persona?
Es cierto que el trasfondo de la serie contiene una enorme crítica social, poniendo de manifiesto una serie de puntos como son:
el estrés y la desesperación cotidianos que manifiestan sus personajes,
el papel que juega el dinero en nuestras vidas, (tener más nos va a resolver la vida?)
la insatisfacción general,
miserias económicas y afectivas,
la sociedad enfocada hacia el premio o el castigo, el ganar o perder,
el control al que estamos sometidos según normas y leyes,
la competitividad entre iguales,
el orden jerárquico, los triángulos (armados), los círculos (trabajadores), los cuadrados (poder),
el valor que tiene la vida,
el tráfico de órganos ilegal,
el rol que juegan las mujeres y los ancianos en la sociedad,
la violencia y el sadismo como canal de resolución de conflictos,
...
Con un tempo lento y a través de una estética de colores golosos se van presentando una serie de situaciones altamente macabras con un elevado impacto visual.
La música del Waltz de Strauss o de Fly me to the moon
no hace más que lograr ese contraste entre la dulzura de las piezas musicales con la amargura real.
Al final, te crea como una adicción que hace que quieras seguir viendo.
¿Tú también lo has vivido así?
¿Qué pienso yo como docente?
A lo largo de mis veinte años en las aulas he comprobado que
en la escuela “se cuela” todo:
la música de tendencia,
los bailes de tik tok,
las películas más taquilleras,
las noticias de telediarios y periódicos,
los youtubers más populares,
las modas y últimas tendencias en el vestir,
la manera de consumir…
Cuando yo era pequeña en el patio jugaba a comer ratas como hacía Dyana en la serie V, The Visitors. ¿Te acuerdas tú también?
Pero, ¿cuáles están siendo los comentarios estos días?
Padres y maestros están preocupados porque ven que, en el patio, los alumnos “juegan” a reproducir las dinámicas de la serie. Y claro de aquí se podrían desprender otras dos preguntas:
¿Cómo es posible que niños de primaria la conozcan?
¿Qué daño les podría ocasionar?
La escuela no es una burbuja aparte, forma parte de la sociedad.
Pero es obligación de toda la comunidad educativa favorecer un ambiente de seguridad psicológica, donde todos los niños se puedan sentir tranquilos, acogidos y respetados.
Los alumnos en el patio juegan. Por ejemplo, los más pequeños, con el juego simbólico, pasan continuamente de lo real a lo imaginario imitando situaciones de la vida real. Como resultado, obtienen una visión más clara de lo que es el mundo estimulando sus habilidades sociales, su empatía y el uso del lenguaje.
Es “hacer ver” que somos madres, padres, hijos, … pero también polis, cacos, animales fantásticos… “hacen como si” cocinaran, fueran a comprar, estuvieran de vacaciones... Los niños en el patio juegan a casarse, a guerras, a clubs secretos…
Si un niño está estable emocionalmente, podrá reproducir ciertos patrones y modelos y basta, sin ir más allá. Si un alumno es más frágil, más impulsivo, o está pasando por momentos de mayor irritabilidad imitar conductas agresivas, modelos autoritarios y déspotas, incrementarán su nerviosismo y será más probable que emerjan posibles trastornos de salud mental.
¿Qué pasa en los adolescentes?
Los adolescentes son una de las franjas de la población que más ha sufrido con la pandemia.
Estudios recientes del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona afirman que la ansiedad, los trastornos de conducta alimentaria, los episodios de conducta suicida así como autolesivas han aumentado considerablemente en el último año.
Por lo tanto son una población muy vulnerable.
Efectos de la violencia en la televisión
Los psiquiatras de niños y adolescentes que han estudiado los efectos de la violencia en la televisión han encontrado que éstos pueden:
Imitar la violencia que observan en la televisión,
Identificarse con ciertos tipos, caracteres, víctimas y/o victimarios,
Tornarse ¨inmunes¨ al horror de la violencia,
Gradualmente aceptarla como manera de resolver problemas y,
Necesitar cada vez mayores dosis de violencia para que satisfaga sus necesidades.
Pero vayamos más allá de la serie.
¿Qué contenidos están consumiendo nuestros alumnos y alumnas?
PORNOGRAFÍA. Estudios recientes de la Universitat de les Illes Balears informan que la edad de acceso a la pornografía en España se adelanta a los 8 años y se generaliza a los 14.
VIDEOJUEGOS. Videojuegos como Fortnite y Call of Duty, aconsejados aptos a partir de los 18 años, “triunfan” ya entre adolescentes e incluso niños de 9 y 10 años ya están jugando.
YOUTUBE. Influencers que muestran cómo juegan a los videojuegos, su vida, sus ideales… ejerciendo gran poder de influencia en los chicos y chicas. Además nos encontramos con youtubers famosos que son menores de edad.
APUESTAS. Las apuestas con dinero online las están realizando ya adolescentes que no llegan a la mayoría de edad.
CHALLENGES. Tanto en tik-tok como en Instagram y otras redes sociales se viralizan retos de lo más esperpénticos que pueden poner en peligro la vida de nuestros jóvenes.
Sin duda son datos escalofriantes.
¿Qué es el Internet Gaming Disorder?
Los videojuegos tienen el potencial de causar adicción, ya que están diseñados para proporcionar recompensas eventuales a lo largo del juego y, según la personalidad, un individuo puede ser más o menos vulnerable», señala Palaus. Este tipo de adicción se llama Internet Gaming Disorder .
Estas recompensas inmediatas generan grandes picos de dopamina, que disminuyendo después, crean un enorme vacío.
Este proceso provoca la búsqueda de recompensas posteriores para intentar “calmar” ese vacío lo que aumentaría la probabilidad de desarrollar cuadros depresivos, de ansiedad, insomnio, abuso de alcohol y otras drogas....
9 consejos para CALMAR al efecto CALAMAR
PREVENIR cultivando los buenos hábitos, generar espacios de escucha empática tanto en casa como en la escuela. En asambleas, debates, tutorías, momentos de comidas o cenas en familia…
APRENDER A REGULAR LAS EMOCIONES y a resolver los conflictos interpersonales de forma más asertiva, empática y compasiva. Aquí la Comunicación No Violenta es de gran ayuda.
MODELAJE. Como dice Mar Romera, los niños nos aprenden a nosotros, así que ofrezcamos un modelo emocional estable y maduro a la hora de interactuar con ellos.
REGULAR EL TIEMPO DE EXPOSICIÓN Y EL CONTENIDO que se está consumiendo. Tener en cuenta la edad del niño, su madurez, el tiempo de exposición etc.
OFRECER ALTERNATIVAS en el tiempo de ocio como la práctica de deportes, manualidades, el teatro, la música, los idiomas, quedar con amigos, ayudar en casa…
ALIMENTARSE de forma saludable. Atención con la comida rápida, las golosinas, así como las bebidas energéticas (tipo Monster) ya que podrían considerarse las antecesoras de las drogas.
DESCANSAR BIEN POR LA NOCHE con un sueño reparador. Apagar pantallas dos horas antes de ir a la cama.
OBSERVAR cambios en el comportamiento como mayor irritabilidad, bajo rendimiento escolar, miedos, variaciones en el humor…
PEDIR AYUDA. Consultar con especialistas siempre que nos asalten dudas.
Ahora es El Juego del Calamar y mañana, ¿qué será?
Muchas gracias por haber leído hasta aquí y espero que te haya servido de ayuda.
Tanto familia como maestros debemos acompañar a nuestros hijos y alumno en su proceso de crecimiento y aprendizaje, cuidando de su mente y de su corazón, ofreciéndoles nuestra presencia, apoyo y modelo.
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Me presento, soy Ana María Oliván, coach educativa, formada como maestra y psicopedagoga.
Acompaño a docentes e instituciones a dar el salto del viejo al nuevo paradigma educativo a través de las metodologías ágiles y de la educación socioemocional. Acompañados es mejor.
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